La Sala Gran del TNC asiste a un verdadero festival de emociones ¿La culpable? Clara Segura, o mejor dicho, Serafina Delle Rose.

La rosa tatuada

23/12/2013

«La rosa tatuada es la pieza con la cual he dado testigo de mi amor por el mundo», sentenció su autor, Tenessee Williams. Nadie lo duda después de ver la versión de la obra de Carlota Subirós, quien también ha traducido el texto al catalán, justamente setenta años después de que Tenesse Williams escribiese el primer boceto de la obra en el Hotel Colon de Barcelona. Tarde o temprano, todo vuelve.

Serafina Delle Rose es la protagonista de una tragicomedia que nos sitúa a una comunidad siciliana de Nueva Orelans. La agónica espera de un marido que no llega es la chispa que enciende esta historia. El luto infundado por el amor ciego y aparentemente único que todavía siente Serafina por su amado la encerrará dentro del nido que es su casa. Y cuando todo parecerá derrumbarse, surgirá de nuevo el fuego en sus adentros. Tendrá que pasar por el infierno y el purgatorio para llegar al paraíso. Pero no lo hará sola. Alvaro Mangiacavallo romperá su cosmos haciendo aflorar la sensualidad y el más puro espíritu dionisíaco enterrado por Serafina.

Una oda a la belleza del mundo, atravesado por el dolor y las heridas que nos recuerda que estamos vivos por lo que sentimos.

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