Rigidez en un clásico de la intriga

La Ratonera

La Ratonera
12/03/2014

Parece imposible que una obra de teatro pueda aguantar 62 años ininterrumpidos sobre los escenarios, pero cómo anuncia la marquesina de estilo antiguo del St Martins Theatre de Londres, La ratonera (The mousetrap)lleva, de momento, estos años en cartel, cosa que lo ha convertido en un punto turístico más de la capital británica. Aún así, un vez visto el montaje homónimo del Paralelo, es muy dudoso que este hecho se repita en nuestra ciudad y mucho más todavía en la actualidad. De todas formas, esta versión cuenta con varios factores que le pueden dar un buen empujón y que lo ayudarían a pasar una buena temporada a la ciudad condal.

El montaje que se nos presenta en el Teatro Apolo tiene la voluntad de ser frío y de recurrir a un estilo marcadamente clásico, consiguiendo recrear la atmósfera de las novelas de Agatha Christie. A pesar de esto, la rigidez con el que se ven forzados a actuar los intérpretes impide que estos puedan abordar más a fondo sus papeles. Evidentemente, esto puede suscitar tanto críticas a favor como en contra, pero quizás esta rigidez se podría haber flexibilizado un poco, conservando la frialdad y el clasicismo escénico, hecho que sin duda habría agilizado su puesta en escena. Por otro lado, el paso de los años se notan en esta obra, puesto que los espectadores ya se encuentran curtidos en el género y lo han visto evolucionar. Aún así, siempre se agradece volver a visitar los clásicos y, en este caso, realmente parece que viajamos al pasado y que asistimos a una representación hecha en 1952, en todos los sentidos.

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