Un ambiente helado de Agatha Christie.

La Ratonera

La Ratonera
06/03/2014

Con una escenografía muy correcta y una ambientación glacial que se te clava en los huesos, empieza la obra La Ratonera. El frío que sienten los personajes que quedan atrapados dentro de la mansión Monkswell, va calando en el público poco a poco, haciendo que entres en la historia y que quieras descubrir más que nadie, quien esconde qué.

La obra gira alrededor del matrimonio Ralston, a pesar de que en esta versión de la exitosa obra, quien más destaca en mi opinión son los personajes que giran a su alrededor. Un amplio abanico de personajes muy característicos que aportan color al espectáculo. Un gran descubrimiento del actor Joan Amargós haciendo de Christopher Wren, aportando mucha naturalidad y aire fresco en el escenario.

Hay que destacar de manera muy positiva el juego que se crea entre los asistentes a la media parte. Muchas son las parejas o amigos que aprovechan los 10 minutos de pausa para contrastar opiniones sobre quién es realmente el asesino y quien está implicado en la historia. Este pequeño paréntesis de descanso hace que vuelvas a la obra con una sinopsis hecha en la cabeza que, no hay que decir, la magistral Agatha Christie te desmonta en la última escena.

Una vez más, esta gran escritora nos demuestra que nadie cómo ella para alargar el suspense hasta final y dejar al espectador con la boca abierta.

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