La Rambla de las Floristes es la obra con la que el Teatre Nacional de Catalunya estrena la temporada 2019/20. Este conocido texto de Josep Maria de Sagarra describe como la famosa y querida Rambla barcelonesa es un lugar lleno de vida e historias. Jordi Prat i Coll coge la batuta de dirección y lleva la calle descrita por Sagarra al escenario con un tono moderno pero sin perder la esencia clásica de los versos del autor.
Esta obra me recuerda a un cuento, una historia dulce, tierna, que te explican en la cama antes de ir a dormir y te acaricia, llenando de amor tus pensamientos. Esto ocurre gracias a la cuidada y delicada escenografía que encontramos en escena, obra de Laura Clos, han aprovechado muy hábilmente el uso de flores, pero dotándolas también de relato creando una esencia realmente bella.
La caracterización de los personajes es el segundo punto que ayuda a recrear la atmósfera de cuento, junto con las interpretaciones de las actrices y los actores, donde destaca una brillante y dulce Rosa Boladeras que hace deslumbrar a Antònia, la florista más querida de la Rambla.
Es una expresión artística completa, puesto que encontramos también una danza sutil pero muy bien resuelta y, lo más agradecido, la música en directo, tanto por la melodía de un piano como por los números musicales que aparecen, dos o tres veces, acompañados de la agradable voz de Clara Altarriba.
La Rambla de las Floristes es un relato romántico, que hace disfrutar a cualquier persona que haya paseado por las calles barcelonesas, con una apuesta clara por la coherencia entre el arte actual y los clásicos.