Más que un drama familiar

La podrida

La podrida
11/12/2015

La Peleona es un grupo de teatro relativamente nuevo, pero con una producción frenética… al menos en los últimos meses. Si la temporada pasada los vimos en Sota Zero, a partir del verano los hemos visto en Una paret blau-cel, ahora en La Podrida y dentro de poco en L’efecte perfecte. Carla Torres, autora y directora de muchos de los textos, nos adentra casi siempre en una tormenta de relaciones personales y familiares que contemplan siempre una situación extraordinaria o fuera de lo que es normal. En La Podrida, encontramos un pequeño drama de familia con toda una serie de elementos comunes bastante reconocibles en este tipo de tramas: una abuela que la palma, una herencia dudosa, una cuñada insoportable, dos hermanos que discuten, alguna infidelidad… Pero lejos de parecer una obra ya vista, el texto nos brinda escenas bastante difíciles de clasificar, como por ejemplo la del inicio de la obra. La relación entre los dos hermanos, precisamente, es la que hace mover toda la trama… a pesar de que a momentos nos gustaría que apareciesen en escena personajes sólo mencionados, como la madre o la cuñada. Los tres intérpretes –Carla Torres, Jordi Gràcia y Carles Goñi– demuestran tener una muy buena sintonía y una complicidad a prueba de bombas, cosa que consigue que los espectadores sigan la trama con interés. Quizás la escena final se alarga algo más de la cuenta, pero todo ello nos demuestra que La Peleona seguirá luchando… y que tiene cuerda para mucho tiempo.

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