Más allá del juego

La partida

La partida
12/07/2014

Patrick Marber es uno de los grandes nombres de la dramaturgia británica actual. Conocido principalmente por Closer, la idea de las relaciones humanas presentadas como un juego peligroso es una constante en su obra y, probablemente, en La partida (Dealer’s Choice), su primer texto teatral, es donde la metáfora se muestra de manera más evidente. Escrita originalmente en 1995, la historia gira en torno a seis personajes que participan en una timba de póquer en el sótano de un restaurante, poniendo en juego, además de su dinero, su orgullo, la dignidad y conceptos como el fracaso, la amistad o la lealtad. Julio Manrique ha dirigido de forma espléndida un reparto íntegramente masculino, respetando el ritmo orgánico del relato, con agilidad pero sin prisas, haciendo que el espectador disfrute de cada instante. Como en el póker, aquí las miradas y los silencios dicen muchas cosas, en gran parte, gracias a un fantástico trabajo de personajes, de los que destaca la composición de Ramon Madaula como el triste y contradictorio dueño del local. Manrique traslada la acción del Londres original a Barcelona sin muchos esfuerzos, aunque, en conjunto, sigue teniendo un fuerte aire anglosajón reforzado con ciertos referentes (en algunos casos norteamericanos, como la música country) que no siempre terminan de funcionar. En cualquier caso, la propuesta se sostiene sin problemas, sus protagonistas están vivos y nos interesan; y sabe cómo generar tensión y expectación respecto a su tramo final. Es, en definitiva, una construcción clásica en tres actos que puede recordar a David Mamet de Glengarry Glen Ross, con un desarrollo eficaz y un sentido del humor muy honesto.

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