Los monólogos dramáticos femeninos se encuentran en un muy buen estado de salud si tenemos en cuenta montajes recientes como Blanca desvelada, Juicio a una zorra, La plaza del diamante o El testamento de María, entre otros muchos. Siguiendo esta línea que tan buenos resultados ha dado últimamente, La llista muestra el universo emocional de una mujer que intenta organizar su vida a través de inventarios escritos en hojas de papel, puesto que no sabe poner orden a sus angustias. El espectáculo retrata muy bien el estrés, la presión y la exigencia a la cual se ven sometidas ciertas amas de casa de clase media/alta, sobre todo de los Estados Unidos y Canadá. Se trata de un mundo cruel y superficial que esconde una incapacidad malsana para gestionar aquello que verdaderamente es importante.
Laia Marull se entrega totalmente a su personaje combinando un histrionismo más bien cómico con un patetismo dramático bastante acertado. El texto está lleno de frases que expresan sentimientos e impulsos muy puros que definen algunas circunstancias a la perfección. A pesar de esto, a veces resulta un poco enrevesado y confuso e, incluso, engañoso en algunos pasajes. Pero, en general, tiene una fuerza y una contundencia simbólica muy efectivas y transmite muy bien el punto de vista de la protagonista con la que es muy fácil identificarse.