Las operetas de Offenbach son divertidas, disparatadas, críticas y entretenidas. Partiendo de este punto, la joven Compañía Bratislava hace una versión muy acortada pero magnífica. Cuatro actores travestidos juegan todos los papeles del auca (incluso el de orquesta espontánea!), y explican a ritmo de pegadizas canciones los delirios viciosos de una duquesa guerrera que enviará a la muerte quien sea necesario para tincarse el soldado de quien se ha encaprichado.
La puesta en escena es austera pero imaginativa, y los originales tocados te sorprenderan (¿cuántos cacharros de cocina salen a lo largo de toda la función?). Si quieres ver un espectáculo que te haga sonreír y salir de la sala dando saltironcillos, vete a conocer la Duquesa de Gerolstein.