Un huracán que hipnotiza

La filla del mar

La filla del mar
13/02/2022

A partir del texto clásico de Àngel Guimerà, nos situamos en un pueblo de costa que vive gracias y por el mar, con unos ciudadanos bien cotillas que comentan todo siempre que pueden. Y a esta costa llegó Àgata hace muchos años, sobreviviendo a un naufragio donde murieron sus padres. Rescatada y acogida por un matrimonio del pueblo, comenzó a formar parte de una familia donde Mariona era su hermana querida. Pero han pasado los años y para todo el pueblo Àgata sigue siendo una forastera, diferente al resto de gente que conocen y, por eso, se mantienen al margen y ponen en duda todo lo que hace. Mariona es la única que la quiere como una hermana, aunque parece ser que eso no durará cuando entre en juego una tercera persona: Pere Màrtir, un casanova que ha ido rompiendo corazones con el paso de los años y que empezará un juego con Àgata que no acabará como se esperaba.

La historia tiene todos los elementos para teneros enganchados y expectantes para saber qué pasará: enredos, amor, ternura, tristeza, comedia y drama. Todo mezclado nos da, con la trama, un gran punto de partida. Pero en esta ocasión, el contingente eleva exponencialmente esta obra. Partiendo de una escenografía muy sencilla y eficaz, en la cual un simple andamio de madera se convierte en una casa, un balcón o una plaza en un segundo, pasando por un montaje de sonidos marítimos y una iluminación cuidada que ponen el marco perfecto para la música y voz en directo.

Y es que como buen ejemplo de su género, tanto la música como las voces que se proporcionan son en directo, con cuatro instrumentos se crea la melodía y la atmosfera adecuada para unas letras, a veces divertidas a veces desgarradoras, que nos van narrando la historia. Te envuelve, te hace sonreís y te deja hipnotizada en más de un momento. Es necesario destacar especialmente algunos momentos de comedia puros protagonizados, sobre todo, por el personaje interpretado por Albert Mora, que tiene una habilidad precisa para arrancar sonrisas al patio de butacas.

Todo este regalo de obra queda completo con las interpretaciones de todo el reparto. Clara Solé queda engullida por una Àgata que se convierte en un huracán que vive su pasión por el mar como si fuera el aire que la hace vivir, y que continua cuando redirige esta pasión hacia el amor. Solé deja que el personaje la transporte hacia donde tiene que ir libremente, como si se la llevaran las olas. Con una calidad vocal increíble, deja con la boca abierta al público en muchas ocasiones, especialmente cuando narra el naufragio que la llevo al pueblo. Mariona Castillo y Toni Viñals vuelven a demostrar una vez más porqué se dedican al teatro musical y la suerte que tenemos de poder verlos encima del escenario. Castillo evoluciona con la Mariona de la obra de la inocencia a la celosía de manera escalonada y ganando intensidad a medida que empieza a perder el norte.

Un montaje fresco, que se pasa volando para la espectadora que quiere continuar sabiendo qué pasa en el pueblo y con sus personajes, que quiere continuar escuchando la guitarra y el tambor, el piano y estas voces que le narran historias, momentos, tristezas y emociones.

Necesitamos más musicales en catalán y esta producción es un recordatorio para que la escena teatral apueste por crear y producir más obras de este género.

← Volver a La filla del mar

¡Enlace copiado!