Arriesgada y atractiva pero excesiva

La dona pantera

La dona pantera
12/02/2019

Projecte Ingenu presenta esta obra basada en la idea desmitificadora de “Don Juan” de Josep Palau i Fabre escrita en 1976 en un momento en el que la represión y la ideología católico-franquista imperante mantenía los privilegios masculinos y justificaba los trazos más perversos de los mismos. Palau i Fabre escribió cinco versiones diferentes y de la fusión de los cinco textos, Anna Maria Ricart  realiza una adaptación que es absolutamente fiel a los diálogos. Marc Chornet es el director y los dos convierten el Don Juan (Xavier  Torra) en una mujer, Joana (Roser Tàpias). La idea principal es pensar qué podría pasar si la seductora, la libertina y frívola fuese una mujer. Evidentemente la respuesta no es difícil de adivinar. La mirada de los escritores sobre los libertinos de la historia siempre ha sido benévola. Juan Tenorio, ayudado por Doña Inés se arrepiente de su vida pasada y encuentra el perdón en el más allá junto a Inés. Giovanni Casanova, seductor y asesino como el Tenorio, es un libertino ilustrado que al final de su vida comenta: “he vivido como un filósofo y muero como un cristiano”. El Don Juan que nos ocupa hace un esfuerzo de introspección y ante su insatisfacción personal y la búsqueda infructuosa de un amor absoluto recorre al psicoanálisis en busca de ayuda. Juana no tiene derecho a esta terapia. Podría haberla juzgado un tribunal actual pero Marc Chornet,  huyendo de posibles similitudes prefiere presentar un juicio satánico para poder condenarla a un amor único y eterno.

La obra empieza con la canzonetta nocturna  “Deh vieni allà finestra” de Don Giovanni de Mozart cantada a coro por todos los actores y actrices desde el camerino. Muy acertada también la introducción del duettino  “Là ci darem la mano” de la misma ópera en el momento en el que la chica de 16 años (Cristina López) seducida por Don Juan se entrega a él como la novia Zerlina de Mozart.

Lo más original de la Dona Pantera es la puesta en escena. Es arriesgada, moderna y atractiva. El escenario es alargado con espectadores a ambos lados al final de los cuales encontramos dos pantallas  en las que se van reproduciendo en diferentes planos lo que está ocurriendo en escena. Todo ello grabado en directo por dos de los actores o actrices. Aparecen también en las pantallas escenas de la película de Jacques Tourneur grabada en 1942. La idea de Projecte Ingenu era dar libertad al espectador para poder mirar donde quisiera. El resultado es un gran desconcierto y un esfuerzo innecesario para el espectador el cual no quiere perderse nada y mira constantemente a ambos lados y en frente para intentar descubrir nuevos lenguajes, captar ideas que le hayan pasado desapercibidas o adivinar mensajes ocultos. Excesivo y apabullante.

Con una precisión milimétrica el resto de actores y actrices: Martí Salvat, Neus Pàmies y Toni Guillemat van cambiando de personaje y de papel, van apareciendo en escena o en el camerino o van moviendo unas cajas que sirven de atrezzo. ¡Un movimiento constante y un gran trabajo!

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