El grito feminista de Dumas

La Dama de les Camèlies

La Dama de les Camèlies
04/05/2014

El realismo fue una corriente artística de mediados del siglo XIX que supuso toda una ruptura formal y estética con la grandilocuencia del romanticismo. En literatura, La dama de las camèlies (1848) se considera una de las primeras novelas que formaron parte de esta transición. Inspirada en un hecho real, la obra de Alexandre Dumas (hijo) no era una historia fácil de trasladar a escena, como pasa con casi cualquier texto narrativo. A pesar de esto, la adaptación de Sabine Dufrenoy ha conseguido respetar el espíritu del material original sin que la puesta en escena (con dirección de Hermann Bonnín) se vea afectada de carencia de teatralidad. El gran drama de Marguerite Gautier (interpretada por Nausicaa Bonnín), joven cortesana de París paradigma de las contradicciones de la nueva burguesía de la época, se nos presenta como una crónica coral y llena de fuerza, donde todos los actores (espléndido reparto) ponen de su parte. Las coreografías y las composiciones visuales están muy conseguidas así como la elegante estética (entre clásica y atemporal) que da un aire de universalidad muy apropiado por el tema. Resulta sorpresiva como la crítica a los valores morales y sociales del momento todavía tienen vigencia hoy en día y parece que todo el equipo de esta producción lo ha tenido presente. Por último, resaltar la efectiva sencillez de la iluminación, capaz de evocar todo tipo de atmósferas emocionales sin recurrir a ningún tipo de artificio. En resumen, el espectáculo es como un mecanismo sensual y melancólico donde todas las piezas funcionan; una bella ilustración del sufrimiento de las mujeres en su lucha por la libertad en un sentido amplio.

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