No es la primera vez que el mundo de los cómics y los superhéroes pisa nuestros escenarios –de hecho hay otra obra del Grec de este año en la que también tienen bastante protagonismo- pero está claro que el género se expresa mejor en otros medios. Aun así, el frikismo y los personajes o situaciones que lo rodean dan mucho juego escénico y muchos recursos narrativos, casi todos ellos enfocados hacia la comedia. Y de esto se trata precisamente La Chispa, de una comedia juvenil y desprejuiciada que intenta entretener y divertir, aunque se vea obligada a buscar temas de cariz más social como por ejemplo la inseguridad ciudadana, la inoperancia de los políticos o la voluntad de un cambio radical del sistema. Temas que, ahora que pienso, ya aparecen habitualmente en los cómics…
La dramaturgia de Marc Angelet, así como la dirección de Ana Pérez García y de Iban Beltrán, va en esta dirección. Es cierto que juega con las escenas paralelas, los flashbacks y otros recursos dramatúrgicos, como por ejemplo los testimonios desde el presente.. pero seguimos estando en una comedia ligera, sin más profundidad, cosa que le otorga cierta honestidad y la hace ser fiel y coherente con lo que perseguía desde un principio. Los cuatro jóvenes intérpretes también secundan perfectamente la intención inicial, a pesar de que en algunos de los momentos más complicados a nivel narrativo se nota un poco la falta de experiencia… Nada que no se pueda solucionar a base de funciones, y más funciones.