Hacen falta huevos para montar una revolución

Kentucky ha muerto

Kentucky ha muerto
24/03/2021

Una obra de la que lo único que sabía es que es de La peleona, creadora de la onírica y magnífica Broken heart story (bien!), narrativa contemporánea (ojo, que soy clasicón), sobre huevos que se resisten a que la incubación dé sus frutos (miedito). Y resulta que es de lo más interesante que he disfrutado, ya no visto, en estos últimos meses. Y eso que al inicio me asaltó el pánico: actriz estrafalariamente caracterizada de gallina, con acento andaluz y texto en rima, aquello olía a chirigota. Me dije, aguanta, que con lo que ha costado que a los que no vivimos en la capital nos dejen venir a ver teatro…. Pues suerte! Una Rebelión en la granja de igual profundidad pero divertida hasta doblarme en algún momento en la butaca.

Un polluelo, dentro aún de su cascarón, en una de esas granjas de producción en serie, se resiste a nacer y dar así continuidad al ciclo de explotación, de una vida sin libertades destinada a su vez a incubar e incubar, comer pienso hecho con ves a saber qué, con el único anhelo de jubilarse e irse a(l) Kentucky, donde van las aves mayores en una suerte, eso creen, de Imserso. Así, como sinopsis, pues otras llaman más, no nos engañemos. Que transmitan ideas potentes con sátira feroz, humor por doquier y sin consignas facilonas, con un trabajo coral actoral brutal, pues pocas se me ocurren. La resistencia pasiva, juegos de palabras (que me pirran), vidas sin sentido basadas en roles impuestos al nacer, represión ni siquiera a manos del poder sino del propio statu quo…

Propuesta delirante, ácida, ingeniosa, original sin parecer buscarlo, creativa y de potente mensaje. Y donde, como en todo planteamiento inteligente no es blanco o negro. Y entre tanta risa y extravagancia, se cuela y te asalta LA pregunta: ¿soy, actúo, vivo como huevo o como gallina?

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