Magníifca adaptación de clásicos instintos fatales

Júlia

Júlia
14/02/2021

«La Señorita JuliaL» de Strindberg se moderniza formalmente (!y cómo!) Sin traicionar ni abandonar el original (yo es que soy clasicón). los 3 personajes desnudan sus almas, anhelos y miedos y muestran las cadenas impuestas, algunas más o menos voluntariamente, las ansias de libertad, el ascenso social, el papel de las mujeres, el qué dirán …

La Sala Atrium me atrae. Me obliga a hacer deberes y abre un debate que me interesa: en las adaptaciones de clásicos, ¿es mejor la sorpresa e indagar el original a posteriori o ir preparado y sacar más jugo de las propuestas a costa de perder el mágico instante del descubrimiento inicial? Yo he optado por leer primero la obra y la verdad es que aprovecho mucho más la experiencia que cuando iba a pelo y me quedaba «principalmente» con las interpretaciones.

Normalmente, el recurso de proyecciones y audiovisuales en el teatro no me convence (¿ya he dicho que soy clasicón?), Encuentro que raramente aportan más que efectismo y voluntad de impactar. En este caso, sin embargo, la utilización videográfica es absolutamente magnífica, refuerza los momentos más emotivos del texto y es de una creatividad brutal por parte de la dirección de Raimon Molins.

Cierto, algún recurso no me han convencido (la coreo) pero son pequeños detalles en una propuesta que me ha fascinado. Empezando porque era inteligible y terminando porque la creatividad se ha puesto al servicio del texto y las emociones, y no al revés, que sucede a menudo cuando se olvida que el texto original lo es todo. Y es que los clásicos también (!no sólo!) deben poder ser adaptados, revisitados, modernizados cuando esta visión no busca simplemente la modernidad mal entendida.

Las interpretaciones lo transmiten todo: las diferentes caras del criado (Jordi Llordella), la presencia que todo lo ve de la criada (Anna Roy) … Y Patrícia Mendoza, una de esas debilidades mías, es imposible no caer a su «inocente» juego de seducción inicial, caer atrapados en su magnetismo fatal y no sufrir el descubrimiento de que este acto de rebeldía y libertad tiene un precio muy alto.

En resumen: un clásico que pasa por el tamiz de hacerlo contemporáneo y sale más que reforzado. Cautivadora propuesta.

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