Joan Vázquez (Paquito forever) interpreta, también al piano, piezas de diferentes musicales de Stephen Sondheim, no necesariamente las más conocidas (calma, que sí suena Send in the clowns, que fue escrita en frases cortas dado que la actriz Glynis Johns no tenía suficiente voz para mantener las notas altas)..
Sondheim es un nombre que suena a muchos si bien a los no musical lovers les puede costar citar más de un par de obras suyas. Compositor y letrista, exigente consigo mismo (¡no quedó convencido de sus letras en West Side Story!) es un mito del género que huye de melodías fáciles, con letras maduras, rimas de orfebrería, no muy bien tratado por la taquilla pero alabado, con razón, por la profesión y los «entendidos» -tanto que, injustamente, se le utiliza siempre de ariete contra el más popular Lloyd Webber (Phantom of the opera) -.
Las piezas de Sondheim también brillan fuera de las obras para las que se crearon, son historias maduras, melodías complejas y poco tarareables,, de lo él mismo se ríe de vez en cuando si bien yo hace semanas que no me quito de la cabeza A weekend in the country. Sus canciones, dicen -yo no entiendo-, pueden parecen sencillas (bueno, Getting married today, no, récord de más palabras por segundo hasta Guns and Ships de Hamilton) pero son vocalmente muy, muy exigentes, además de reclamar interpretación en el amplio sentido de la palabra. Joan se entrega en este Something ‘s coming y consigue transmitirnos las historias y emociones para las que se crearon. No en vano, ha sido capaz de llevar esta misma propuesta a Londres y Nueva York.
Una velada pensada casi exclusivamente por los amantes de los musicales y más en concreto los de este autor. El disfrute es enorme. Joan Vázquez tiene, además, el acierto de ir intercalando comentarios sobre las piezas, el estilo creativo y pensamientos del compositor, que ayuda a disfrutar más de las canciones, en inglés, y acercarnos de una forma íntima a Sondheim, creador de Company, A little night music, Into the Woods (Boscos endins), Sweeney Todd, Passion…
La curiosidad: el Queen’s Theatre donde muchos peregrinamos a ver Les Misérables en Londres acaba de cambiar su nombre a Sondheim Theatre. Eso no se regala.