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Felicito a Temporada Alta y a todos los valientes que han querido apostar por la creación de alguna cosa diferente en estos tiempos tan difíciles de pandemia. Esta es una obra filmada dentro de la programación “A distancia”.
Es una píldora teatral que dura 13 minutos en los cuales se muestra una situación inverosímil que podría ser realidad. Ramon Madaula ha escrito el guion y es el director. La realización, fotografía y audiovisual son de Daniel Lacasa.
Esta pequeña pieza nos demuestra cuántas cosas se pueden decir en muy poco tiempo, incluso con pocas palabras o en silencio. La descripción por sí misma puede ser una carga de profundidad que hace tambalear verdades como lo hacen los haikus que escribe el protagonista de la historia. Los haikus no son reflexiones ni sentimientos sino sencillas descripciones de una realidad. Jordi Corominas es el protagonista y con su monólogo nos describe el estado de miseria en el que vive con alguna pincelada de dignidad o incluso con un poco de orgullo. El recurso de contrarrestar el monólogo con un diálogo ficticio es muy habitual en teatro. En este caso es una cabra que escucha atenta pero que no responde con ningún gesto de comprensión. Ella no le pide ni un mínimo signo de afecto lo cual hace más evidente su soledad. Él tuvo un Porsche Cayenne y muchas cosas más. No hace falta saber cómo las perdió ni el porqué. La situación importante es la actual. El nombre de los pájaros que cantan cerca (tallarol o coll-tort) o el movimiento de un cañizar son las pequeñas cosas que se pueden observar cuando no se posee nada. Éste es el mensaje y Jordi Corominas el magnífico transmisor.
