Inmersiva tragedia musical

Infanticida

Infanticida
26/01/2020

La suma de nombres en un proyecto artístico, más allá del talento de cada uno de ellos, no siempre significa un resultado escénico de gran calidad. Hace falta que el conjunto de todas las aportaciones tenga una coherencia y estén bien coordinadas para funcionar como una sola voz que eleve la historia y la manera de explicarla. Este es, precisamente, el gran mérito y el principal valor de Infanticida, un muy interesante monólogo musical ideado y protagonizado por una fantástica Neus Pàmies. De entrada, la actriz ha tenido la ingeniosa iniciativa de convertir en una ópera electrónica el sobrecogedor texto de Caterina Albert, un concepto, sin duda, original, sorprendente y, ya visto el resultado, apasionante. Para llevarlo a cabo, ha contado con una audaz adaptación de Marc Rosich, y una emotiva y melódica composición musical de Clara Peya, reconvertida en electrónica y mezclada con un hipnótico espacio sonoro en directo por Gerard Marsal. La dirección a cargo de Marc Angelet, además, sabe sacar provecho de la gran actriz que es Pàmies, emocionando desde la sencillez, potenciando la poética del relato sin renunciar a su inmersiva oscuridad. Finalmente, Laura Clos acaba de redondear esta pequeña joya con un diseño de escenografía muy sugerente y una iluminación íntima e inquietante. De este modo es como todas las piezas encajan a la perfección en esta inspirada producción que ha sabido arriesgar y cuyo resultado es, francamente, satisfactorio.

← Volver a Infanticida

¡Enlace copiado!