No paran de salir propuestas teatrales, sobre todo de compañías jóvenes, que hablan sobre el acoso y la violencia machista… pero pocas lo hacen con un debate incorporado en el que se pueden compartir vivencias, opiniones y testimonios. Un planteamiento de teatro foro tan interesante como necesario. De hecho, el espectáculo lleva casi tres años promoviendo el diálogo y siendo un punto de encuentro indispensable para asociaciones con perspectiva de género.
El espectáculo en si nos ofrece la conversación -primero analítica y más tarde tensa y violenta- entre una chica y un hombre. No sabemos qué relación existe entre ellos ni que pasó tiempo atrás, y quizás poco importa, porque de hecho lo más importante es la actitud que acaban teniendo el uno con el otro. Enseguida veremos como surge la manipulación, la culpabilidad e incluso un acoso hacia la chica, víctima de unos hechos que la presionan y no la dejan vivir en paz. El texto de Marina Paytubí surgió casi como un proceso curativo después de hablar con algunos testigos directos, y quizás por eso el resultado fluctúa entre la poesía y cierta abstracción. Un texto sutil, a pesar de la crudeza de lo que explica.
Ante unos personajes tan marcados tenemos a Sílvia Siles, que nos aporta la fragilidad y vulnerabilidad de la víctima, y a David Font, que transita su personaje por diferentes estados -desde un supuesto psicólogo a un verdugo sin escrúpulos- sin resultar nunca demasiado obvio. Un buen trabajo para un texto que podría ir más allá de los 25 minutos y acabar siendo un espectáculo por sí solo, a pesar de que la idea de ir acompañado del debate le da un plus absolutamente necesario.