Un repaso por algunos de los mejores musicales de Broadway de los años 60 sirve en esta producción para hablar del papel de la mujer en la época y su innegable transformación en la sociedad. Mujeres que cogían el control y decían en voz alta aquello que sentían, querían o deseaban sin pensar en nadie más. Esta es la intención de este montaje musical que, a veces, eso sí, no acaba de quedar bien entramado para crear una historia en su conjunto.
Ariadna Cabiró, Núria Cuyàs y Cinta Moreno, la primera al piano y dirección musical, las otras interpretando los papeles musicales elegidos para la ocasión, se presentan en el escenario con las canciones como único vehículo para las interpretaciones de estas mujeres empoderadas. Con un vestuario que ubica a la espectadora en la época, un par de sillas y algún elemento más para la representación de alguna canción, se sirven únicamente de las letras y melodías de los musicales más reconocibles de la década de los 60 para narrar este viaje por una etapa de constante evolución.
Los temas elegidos denotan claramente un conocimiento extremo de los musicales de la época y la necesidad de buscar el mensaje que querían transmitir en cada segmento interpretado. Una traducción muy esmerada de Roser Batalla, Núria Cuyas, Jordi Galceran y David Pintó nos hace viajar a través de Irma-la-Douce, Oliver!, Hello, Dolly!, Funny girl, Cabaret, Hair o Follies, por decir alguna de las hasta diecinueve canciones que conforman este montaje. Y así es como se debe denominar a esta producción, porqué se trata que una recopilación de musicales con un eje vertebrador común.
70 minutos de arreglos y temas emblemáticos que, aunque giran alrededor de la mujer y su posición en la sociedad, queda un poco cojo cuando se trata de la narración, ya que no acaba de ser un relato bien cosido entre tema y tema. Es más bien un concierto de canciones de musicales espléndidos, excelentemente interpretados, que no acaban de conversar entre ellas para crear un conjunto compacto.
Lo que queda claro cuando se sale del espectáculo es que tienes que volver a escuchar más de uno de los musicales elegidos y recuperar algunas canciones que quizás no tenían cabida en la elección, pero que son temas imprescindibles en la historia de las obras musicales de Broadway y del resto del mundo.