Una escenografía compuesta por cajas de cartón y un proyector es lo que nos recibe en el escenario del musical Generació de Merda. Con actores y actrices jóvenes y enérgicos que, con varios cambios de personaje en algunos casos, interpretan una historia llena de situaciones típicas de un estudiante universitario y un joven trabajador corrientes y molientes de hoy en día: vuelta a vivir con los padres por precariedad, empezar una carrera universitaria lleno de dudas o un trabajo en una compañía explotadora; conocer y enamorarse de chico o chica, etc.
Pero la obra no se limita a la crítica fácil de “la culpa es de los demás”. De hecho, vemos cómo los protagonistas se dejan fácilmente despistar de conseguir sus objetivos vitales por algún mensaje de Whatsapp que (irremediablemente) hay que contestar al momento, o por algún vídeo de “perros haciendo sonidos de humanos” o de “gatitos” en Youtube.
En definitiva, los musical lovers reirán de lo lindo, quizá de las situaciones ridículas, aunque más reales de lo que podamos pensar, que viven los personajes, o quizá porque se vean reflejado/reflejada en más de una o más de dos.
A destacar el aspecto musical de la propuesta, con canciones frescas y divertidas pero seriamente interpretadas por unos actores con buena calidad vocal; y la variedad de personajes interpretados por tan sólo 4 actores que pasan de protagonistas, buenos y malos, a secundarios puntuales que amenizan la historia, a veces de manera bastante surrealista a la vez que desternillante.