Quizás no nos hacía ninguna falta volver a visitar Flor de Nit. El paso del tiempo es muy ‘son of bitch’ y lo que hace más de veinte años nos pareció bueno -aunque hay que decirlo, también por falta de perspectiva y donde compararse; ahora, con un bagaje y una experiencia en musicales muy superior lo vemos con ojos más críticos. Mi opinión es que la historia está oxidada, la música aguanta bastante bien, las interpretaciones justitas, justitas y sólo doy nota alta a los músicos, en especial al pianista y arreglista Xavier Torras, un crack, una fuerza de la naturaleza.
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