Federico era Lorca

Federico García

Federico García
10/02/2019

Magnífica propuesta, empezando por el título, FEDERICO GARCÍA, que no remite tanto al mito como a la persona, de la misma manera que no se recitan sus versos más conocidos; todo un acierto ampliar miras y huir de los tópicos. Y suenan «La leyenda del tiempo» y «El fuego fatuo» con lo que yo casi entro en éxtasis.

Una propuesta con alma, que consigue algo tan difícil como un equilibrio perfecto entre erudición y emoción. Tiene teatro documental, que me pirra (de hecho, el documental es mi género cinematográfico predilecto, a estas alturas), baile (¡y qué baile!), música (¡y qué música!), cante (¡y qué cante!) y, claro, poesía.

Mediante interesantísimas proyecciones, expertos en el poeta granadino van relatando la vida de Federico García – no sólo de Lorca-, en un viaje en tren que rememora el fatídico que hizo él de Madrid a Granada y del que no volvería. Mientras escuchaba embelesado lo que se nos explicaba, dudaba de si los no familiarizados con su biografía podrían perderse en algún episodio ya que no se entra demasiado en detalles (como el distanciamiento con Dalí y Buñuel) pero vista la gran reacción del público está claro que el temor era infundado.

La obra acierta de lleno en algo que seguro hubiera gustado al poeta: uno no sale sólo indignado y rabioso por su final sino con ganas de celebrar la vida y su obra.

Sólo dos detalles no me convencieron, insignificantes: la imitación (facilona) de Dalí y las palmas del público en el última saludo (como si supiéramos, bastaba ver alguna medio sonrisa de vergüenza ajena desde el escenario). Naderías, vaya, en un montaje lleno de sentimiento, que no sensiblería, que no huye de la tragedia pero contagia la alegría de vivir y escribir, que te hace sentir que has conocido a la persona más allá del mito.

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