Una de las últimas modas en teatro, o más bien en el teatro híbrido y experimental, es lo live cinema o cine en directo. Lo hemos visto con los montajes de la Agrupación Señor Serrano y también con Ombra, parla Euridice, que se podría considerar casi una superproducción dentro del subgénero. La compañía Hermanos Picohueso ha optado por el mismo recurso después de decidir que convertirían su espectáculo en una especie de programa de entrevistas protagonizado por animales. En este programa, que se emite en directo ante el público, se habla del miedo a todas aquellas amenazas que las farmacéuticas lanzan de vez en cuando en contra de nuestra salud. Y lo hace con una serie de protagonistas que han sufrido las consecuencias de primera mano: las vacas locas, las aves de la gripe A, el reno afectado por ántrax o el perro Excalibur, víctima de la ébola. Todo ello presentado por dos grandes personajes, fruto de la experimentación o de los adelantos de la ciencia: la oveja Dolly y la perra Laika.
El espectáculo empieza de forma impecable, con una serie de infografías e imágenes creadas en directo que dan una idea muy clara de la estética escogida. El trabajo con los títeres también resulta efectivo, pero hacia la mitad las ideas técnicas parecen agotarse y el resultado se vuelve más torpe. Los temas también parece que derivan hacia tramas conspiranoicas y finalmente el objetivo inicial parece perderse. Pero, sea como fuere, hay que quedarse con la idea original, con un inicio muy atractivo y con algunos personajes irresistibles, como el de la inolvidable Dolly.