La precisión del trabajo bien hecho

Et vindré a tapar

Et vindré a tapar
28/06/2015

Desde la primera escena nos damos cuenta de que detrás de este montaje hay una dirección brillante, ya que Roger Ribó nos hace visualizar toda una época y todo un paisaje de posguerra en este pequeño ejercicio que no llega ni a una hora de duración. La precisión de los gestos y movimientos escénicos, la originalidad del espacio sonoro y el ritmo que se otorga a la historia nos dan la razón. Si encima lo acompañamos con tres estupendas actrices (Maite Bassa, Montse Bernad y Blanca Solé) ni nos daremos cuenta de que en el escenario sólo hay tres maletas y poco más … Teatro minimalista, pero humilde y bien hecho. Una pequeña proeza que no debería resultar tan extraña si no fuera porque no estamos acostumbrados a piezas redondas, precisas y contundentes. Una proeza que nos recuerda a otra, la de Blanca desvelada, que justamente trata de una época similar y que también ha sido rescatada por La Seca justo a final de temporada … Recomendable para todos aquellos que disfrutan con el teatro que, de la nada, levanta todo un mundo.

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