Aun esperando…

Esperant Godot

Esperant Godot
30/11/2019

En medio de un desierto una roca, un árbol y dos personajes. Son Vladimir y Estragó que esperan a un tal Godot. Esta obra de teatro firmada por Samuel Beckett expone una situación imaginaria teatral, que en su día fue una puerta abierta al teatro contemporáneo. Basada en un diálogo absurdo y trascendental al mismo tiempo, la espera se convierte en una especie de purgatorio donde exponer vivencias, miedos y esperanzas.

Nao Albert y Pol López son los responsables de dar vida a estos dos hombres, que han llegado a la vejez y a los cuales las miserias de su vida les ha llevado a esperar. ¿El qué? ¿Godot? ¿La muerte? ¿Una revolución en la parte final de sus vidas? No se sabe y ellos parece que tampoco lo saben.

Con una puesta en escena austera, la producción traduce el texto de Beckett punto por punto, con algunas modificaciones en los diálogos adaptados a la época actual, pero sin hacer grandes modificaciones en el significado ni la evolución de la obra. De hecho, el hecho de que sea tan literal a la obra original es su principal debilidad. La expectativa de que diesen un giro al texto o la ubicaran en otro espacio temporal como en la actualidad, tal y como se proponía en el tráiler publicitario, le daba un atractivo especial a este texto reflexivo, que al final no se da.

Con algún momento cómico que arranca alguna sonrisa, a pesar de sus intenciones con movimientos del cine clásico al estilo Buster Keaton que no acaban de llegar a buen puerto, la realidad es que el inicio promete un viaje interesante que acaba haciéndose denso y un poco pesado. A pesar que haber leído la obra, me costó llegar concentrada y enganchada al final de la historia. Además, mis esperanzas puestas en las actuaciones de Albert y López quedaron desechas por unas interpretaciones que iban decayendo a medida que avanzaba la obra.

Al final queda la sensación de todo aquello que podría haber sido y no ha sido esta producción, todas las posibilidades que se podrían haber explorado y que se han quedado por el camino.

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