Tres magníficas actrices jóvenes

Érem tres germanes

Érem tres germanes
02/11/2022

Chejov estrenó “Las tres hermanas” en 1901. En la Rusia prerrevolucionaria y en un pueblo de provincias, la familia Prozorov recibe habitualmente a los militares destacados en este lugar lleno de aburrimiento y nostalgia y cuyos personajes desean marcharse a un lugar mejor. Como dice Irina en un momento de la obra, “la vida nos ha ido ahogando como las malas hierbas”. Moscú es el sueño insatisfecho de muchas frustraciones.

Tuve ocasión de ver esta obra la temporada pasada bajo la dirección de Julio Manrique con un gran despliegue de medios y todos los personajes al completo. Asistimos ahora a una muestra minimalista reescrita por Sanchís Sinisterra y dirigida per Raimon Molins. Es  una pieza deliciosa que con el título “Éramos tres hermanas” ya nos transmite la nostalgia, incluso la pérdida de su recuerdo cuando ellas no existan.

La originalidad de esta obra te sorprende desde el principio. El cielo está cubierto de estrellas y una casa de muñecas de gran tamaño a un lado del escenario construida por Kike Blanco va recreando las escenas de la obra. Vamos de sorpresa en sorpresa con la utilización de las nuevas tecnologías que proporcionan la información, el encanto y el misterio que necesita la obra de Chejov. Las herramientas digitales utilizadas por  Joan Rodón sorprenden agradablemente. La proyección de imágenes en directo capturadas por una cámara que forma parte de la escenografía no es un recurso nuevo pero en este caso la elegancia de los movimientos de las imágenes y la proyección de las mismas en la pared del espacio escénico proporcionan una gran espectacularidad. La apuesta era arriesgada pero está resuelto con mucho acierto.

Ellas tres son las tres hermanas de la familia. Olga, serena y contenida es Anna Roy, Maixa, temperamental e insatisfecha es Ona Borràs e Irina, la más joven y a la vez la más inquieta y soñadora es Júlia Genís. Les tres están inmersas en su papel y su actuación es brillante, espléndida, de una profesionalidad propia de actrices con años de experiencia. Van intercalando conversaciones con otros personajes de la obra que no están en escena: su hermano Andrei, Verschinin teniente coronel de una batería, Kuliguin el marido de Maixa,  Solionii, Tusenbach que había estado enamorado de la madre y ahora se quiere casar con Irina, la mujer de Andrei, Nataixa, que poco a poco y sin ningún encanto,  se va haciendo con el poder de la casa, el barón Nikolai o el resto de militares.

No hace falta haber visto o leído la obra. La adaptación de Sinisterra y la gran capacidad interpretativa de les actrices hacen transcurrir el texto sin que el espectador tenga que hacer ningún esfuerzo para situarse.

Una deliciosa obra que hay que ver esta temporada.

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