Historias difíciles de borrar

En el estanque dorado

En el estanque dorado
03/12/2014

Éxito rotundo el pasado lunes en el estreno de la obra En el estanque dorado. Una obra realista, compacta y llena de optimismo a pesar de tratar temas complicados y bastante desoladores. El texto toca la fibra por completo y la historia te adentra a descubrir más sobre la vida de los personajes principales (Norman y Ethel Thayer) – una vida que, a pesar de tener pinceladas tristes, está llena de vitalidad. Es tan profundo el argumento de que no se necesitan grandes decorados para transmitir toda la acción (la historia transcurre en la casa de verano de la familia de ancianos Thayer, junto al estanque dorado, y el mobiliario que vemos durante toda la representación es el mismo: sencillo pero suficiente).

En el estanque dorado se representa por primera vez en los escenarios españoles. Fue creada en 1979 por el dramaturgo Ernest Thompson y ganó, además, un Globo de Oro y tres Oscar (mejor actor por el mítico y entrañable Henry Fonda, mejor actriz por la estupenda y delicada Katharine Hepburn y mejor dramaturgo por el gran talento de Ernest Thompson) después de su espectacular triunfo en el cine.

En esta versión, el matrimonio Thayer está interpretado por los veteranos Héctor Alterio y Lola Herrera que nos muestran una interpretación cuidadosa y tierno a lo largo de la función. Ellos dos se aman pero Norman (Héctor Alterio) es un personaje muy excéntrico y pone las cosas muy difíciles para aguantarlo día a día. Personalmente, debo decir que quedé fascinada con el trabajo de Héctor Alterio (bajo mi opinión, construye un Norman mucho más cercano al espectador y fuerte que el interpretado cinematográficamente por Henry Fonda). Quizás si es cierto que a veces su vocalización se hace difícil de entender pero su gracia en escena y forma de ser acapara todos los aplausos y risas del público. Además, creo que Héctor conduce perfectamente la lucha interna que experimenta su personaje debido a su pérdida de memoria. Todo esto lo transporta a vivir obsesionado con la muerte y pensar que aquel verano en el lago dorado será el último de su vida. No tengo palabras negativas para Héctor Alterio, como tampoco tengo por Lola Herrera (toda una señora de alto del escenario, activa y simpática). Aunque… también tengo que decir que para mí los otros tres actores secundarios que salen en la obra no están a la altura de las expectativas. No me acabaron de convencer mucho… Son CORRECTAS pero opino que se quedan un poco cortos.

En definitiva, no se puede perder esta versión menos melodramática que ha hecho la directora Magüi Mira de la obra En el estanque dorado. A medida que avanza la función, sobre todo, vas creciendo con el personaje de Héctor Alterio y entiendes el sufrimiento que viven todos los personajes en conjunto: La proximidad de la muerte es un tema que esconde muchas verdades, miedo, soledad, sufrimiento… Además, cuando aparece en escena la hija del matrimonio Thayer se abre una brecha en la historia que te cambia por completo los esquemas. Es aquí cuando aprendes a entender más de cerca la dureza de la vida de los protagonistas y te emocionas con cada palabra, cada brote de alegría, cada gesto…

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