A estas alturas de su carrera, lo mejor que puede hacer la industria catalana por Joan Pera es hacerle espectáculos a medida. Primero, porque se lo ha ganado y, segundo, porque continúa todavía llenando los teatros (cosa que nos hace mucha falta). Sin embargo, hay que decir que no es nada fácil escribir un encargo a medida. La mayoría de autores y creadores locales están demasiado acostumbrados a escribir para ellos mismos. En este caso, sin embargo, la apuesta era interesante. Encargar este proyecto a Joel Joan y Héctor Claramunt después del éxito de Escape Room es todo un acierto de los productores, a pesar de que, artísticamente no ha obtenido un resultado del todo redondo. El pare de la núvia es una comedia ligera, disparatada y muy entretenida. Todo un vehículo de lucimiento para Joan Pera que destila gracia, carisma y espontaneidad como lo ha hecho siempre.
Quizás el problema es que los estilos de comedia de los autores y del protagonista no encajan muy bien del todo. El teatro de Joel Joan es una maquinaria precisa, rápida, explosiva, que busca el gag a través del ritmo y alguna sorpresa políticamente incorrecta. Pero, no nos engañamos, salvando las distancias, Joan Pera no es Jordi Sànchez. Quizás habría merecido la pena hacer una apuesta menos ambiciosa (más corta y con una trama menos enredada), menos gamberra y que dejara la posibilidad de que Pera pueda hacerse más suya la historia y con espacio para la improvisación, como le hacían en su momento a Lina Morgan. Creo que los monólogos cara al público no son suficientes, es más, se los podrían haber ahorrado.
El resto del reparto, entiende bien cuál es el juego y lo juegan muy bien, a pesar de que el personaje de la madre (Maife Gil), por ejemplo, está muy desaprovechado. Especialmente, destaca un entrañable Oriol Casals en el papel de novio que, en algunos momentos, sin necesidad de ningún histrionismo, casi se roba la función. También la relación Joan Pera – Pep Sais da grandes momentos. En resumen, lejos de ser perfecto, se trata de un buen entretenimiento que disfrutarán, especialmente, los fans de Joan Pera. Como era de esperar.