El respeto a la identidad de género escogida

Después de Caballet de Mar y Pols de diamant, Pau Coya nos presenta El nom volgut, texto seleccionado en la convocatoria de Textos y Proyectos 2024 de On el teatre batega. Badabadoc estrena esta obra que trata de la identidad de género y la neurodiversidad. Pau Coya va cada vez un poco más allá. Si en Pols de diamant trataba la homosexualidad y las noticias sensacionalistas desplegadas por los medios más mediáticos y en Cavallet de Mar, un chico habla en primera persona de su tránsito y su embarazo, en El nom volgut, una chica (Lua) con un trastorno del espectro autista (TEA) comienza a descubrir que tiene una disforia de género y se quiere llamar Elio. Pau Coya no busca argumentos espectaculares para sus obras. Lo saca de la realidad actual, se informa, investiga, estudia. En este caso, existe evidencia sobre la identidad, disforia de género y la orientación sexual en la población con TEA. Los resultados de los estudios realizados hasta la actualidad indican que existe una mayor prevalencia de orientación no heterosexual i disforia de género en las personas con TEA en comparación con la población sin TEA, especialmente en mujeres. Vanessa Segura y Àlvar Triay protagonizan esta conmovedora historia bajo la dirección de Rebeca del Fresno. Lua-Elio es el personaje sobre el que gira toda la obra pero de él sólo sabemos que quiere que le llamen Elio. El texto analiza la situación desde el punto de vista del padre de Lua-Elio, un hombre viudo que debe encajar todas las dificultades acompañado de lejos por la madre de Mia, amiga inseparable de Lua. Vanessa Segura y Àlvar Triay representan a muchos personajes cambiando el tono de voz, el registro, las variedades dialectales (el profesor de inglés hablando en mallorquín y defendiendo el respeto a la orientación sexual de todos, es memorable), las actitudes y los diferentes puestos para interpretar a todos los personajes: la tutora de Elio, la directora de la escuela que defiende a la comunidad educativa, la psicóloga del TEA o la psicóloga de género. Sin cambiar ningún elemento escenográfico ni de vestuario, el público sabe perfectamente quién es el personaje en ese momento y con quien está hablando. Magnífico trabajo del actor, de la actriz y de la directora. El valor del niño para mantenerse firme en su necesidad y la aceptación y defensa encarnizada del padre de Élio son las únicas maneras de romper las fronteras del rechazo, el miedo y la desconfianza. Son pequeños pasos en defensa del respeto por la identidad y la orientación sexual escogidas.