Vayan al Teatro Romea y vean El loco y la camisa. Vayan y disfruten de una obra de teatro absoluto. Vayan y emociónense. Vayan y conozcan el teatro en estado puro.
Un sencillo y maravilloso texto de Nelson Valente sirve a la Compañía Banfield Teatro Ensamble de Buenos Aires para poner en escena una historia muy cotidiana que habla de la verdad y la mentira. La mentira que aparece cuando menos te lo esperes, en la pared de casa, como una humedad que alguien corre a tapar, deprisa y corriendo, con una capa de pintura blanca. Pero, voraz, la humedad vuelve a colarse por la porosidad de la pared y aparece, de nuevo, en otro lugar. Hay que ser determinante con las mentiras y afrontarlas con valor. Sino, nos persiguen y se esparcen… infectando, como un virus, implacable, hasta llenarlo todo de putrefacción y derrumbar estas frágiles paredes que sostienen a la familia.
Vayan al teatro y vean esta obra que no dejará indiferente a nadie. Porque es increíblemente divertida y profundamente dramática. Porque está maravillosamente interpretada por unos actores que no son guapos ni salen en TV3 ni proyectan la voz de manera portentosa. Tan sólo se entregan plenamente, con toda su profunda y sobrecogedora humanidad, a un maravilloso ejercicio de sinceridad escénica que nos recuerda qué es el teatro, en que consiste esencialmente este arte -pobre- de la palabra y sobre el hombre. Una auténtica lección magistral.