El teatro Condal trae a escena una adaptación del relato de Oscar Wilde protagonizado por Joan Pera. Joan Yago adapta el relato corto de Wilde y lo lleva a ser una obra de larga duración. Bajo la dirección de Josep María Mestres, se lleva a cabo la representación de una historia ya conocida por su carácter clásico que cuenta con un elenco de gran potencial (Joan Pera, David Olivares, la sensación televisiva Elisabet Casanovas…)
Joan Pera encarna, como no podía ser de otra manera, a Sir Simon de Canterville. Su actuación está a la altura y es de gran calidad, junto con la de otros personajes y actores. La obra consigue ser graciosa durante muchos momentos de la representación, en gran parte gracias a la de un papel y un texto adaptados para que Joan Pera brille.
Pese a esto, las risas que la obra provoca son numerosas pero no exageradas. Quizás con un elenco tan potente se esperaba una desternillante comedia, cosa que esta producción no es. Se trata de una buena obra y de una buena comedia, pero que se hace larga y que, para la gran producción que es, se queda un poco por debajo de lo esperado. El montaje escénico es aparentemente simple pero complejo finalmente, aunque algunos recursos (los disparos, por ejemplo) son usados tantas veces que pierden su carácter sorprendente.
En síntesis, El fantasma de Canterville es una gran producción que lo tiene todo para ser una gran obra, pero no llega a serlo. Joan Pera dispone de un papel para lucirse, y lo hace, pero no es suficiente para salvar una obra que acaba pareciendo una más del montón. Una comedia divertida, sin duda, pero por debajo de las expectativas.