Estrenado originalmente en 1996 en el Teatro Payró de Buenos Aires, Criminal fue el primer texto escrito por el popular dramaturgo y director argentino Javier Daulte. El texto que le valió el premio María Guerrero al mejor autor es una trama de intriga interesante por su riesgo argumental, su mezcla del género negro con la comedia y el psicoanálisis y su ritmo frenético. Desgraciadamente, la puesta en escena de la obra bajo la dirección de Leonardo Moscoso no está a la altura de las circunstancias. A pesar de la creación de un ambiente inquietante para la entrada del público y el diseño de una escenografía sencilla pero sugerente, la interpretación de los actores no avanza con la cadencia adecuada, estropeando con ciertas indefiniciones, falta de naturalidad y de otros problemas parte de la gracia de la historia. Además, tanto la expresión corporal de los protagonistas como la composición de las escenas es caótica, sucia de movimientos y (aún peor) mal iluminada. Probablemente, con un poco más de trabajo, la compañía podría conseguir un resultado mucho más digno del producto, especialmente, partiendo de un material del que se puede sacar más provecho y al que, por cierto, no aportan gran cosa. O, tal vez, podrían optar por construir un proyecto con un texto propio, a ver si así tienen más suerte.
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