Concha Velasco anuncia que se retira de las tablas tras mas de 60 años haciéndonos disfrutar con sus interpretaciones y lo hace con una obra escrita y dirigida por su hijo Manuel M. Velasco. Rodeada por el veterano Jordi Rebellón y los nóveles Abad, Alvarado y Medina nos lleva de la mano por una vuelta a la vida en la que cambia de un asunto a otro con mucho ritmo (nunca sabe una cuanto tiempo durará como fantasma) y algo menos de sentido. Se nota el cariño de un hijo dirigiendo y escribiendo para su madre. Es enternecedor ver todo el amor que es esconde tras cada palabra escrita por Manuel y dicha por su madre. Toda la obra tiene un sabor al homenaje que Manuel quiere hacerle a su madre y es bonito y enternecedor asistir a ello. Y Concha Velasco está radiante, estupenda, tierna; siempre con el foco centrado en ella pese a las, demasiadas, acciones paralelas a la trama que el resto de actores realizan y que le dan un toque confuso al resultado final. Menos mal que Concha puede con eso y con mas. En definitiva, «El funeral» es una obra tierna y dulce que un hijo cariñoso ha escrito para su madre.
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