Pedro Páramo es la primera novela del escritor mexicano Juan Rulfo, originalmente publicada en 1955. Este libro, admirado por otros autores como García Márquez o Borges, es uno de los máximos exponentes del género del realismo mágico y su técnica sirve de ejemplo en numerosos cursos de literatura. Con dramaturgia y dirección de Pau Miró, Comala adapta el texto de Rulfo, dotándolo de formato teatral en una interesante contraposición de monólogos donde la voz de los muertos cobra más importancia que nunca. El título hace referencia a la ciudad donde el protagonista viaja para resolver deudas pendientes con su padre y cumplir la promesa que hizo a su madre justo antes de que ella muriera. Conceptualmente, el montaje apuesta por una estructura coral muy bien construida que, sin embargo, tiene ciertas dificultades narrativas debido a la densidad y complejidad que el género ya tiene por sí mismo sobre el papel. Por otro lado, es necesario mencionar que se trata de un trabajo de los alumnos de la escuela Laura Jou que, a pesar de su empeño, no todos consiguen estar a la altura de las circunstancias. En cambio, Miró logra un tono y una atmósfera unificadas dignas de sus mejores trabajos, como la reciente (y todavía en cartelera) Terra Baixa con Lluís Homar. Su modestia a la hora de abordar un texto tan complicado y laberíntico como éste es admirable y, seguramente, lo que permite salvar el conjunto con dignidad.
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