Steven Berkoff nos era familiar por sus trabajos en películas como “La Naranja Mecànica”o “Barry Lindon”, de Stanley Kubrick; “Blow up”, de Antonioni, o “Principiantes” de Julian Temple. También lo recordamos en “Octopussy” o en “Rambo”y siempre en papeles de malo, el más malo de todos.
Hace unos meses tuve ocasión de asistir a una obra de teatro de este autor: “Decadencia” escrita en 1981 y representada y dirigida por él mismo en el Wyndham’s Theatre con la actriz Linda Marlowe. Ha sido representada durante todos estos años en muchos países y traducida a multitud de idiomas. Dos parejas unidas por el hombre que es marido de una y amante de la otra expresan una realidad socio-política utilizando un lenguaje desenfadado, grosero y escatológico.
No me costó reconocer en “Com els Grecs” al Berkoff que había visto. Tenía muchas cosas en común: la crítica de la Gran Bretaña de la época Thatcher, la mirada ácida sobre la sociedad de su tiempo, el mismo lenguaje provocador, duro, grosero, descarnado, extravagante y obsceno. Y por encima de todo, absolutament sincero.
Berkoff huye de lo que es políticamente correcto, de los personajes complacientes, de los comportamientos anodinos o carentes de interés. Es provocador, es un todo terreno que dirige, actúa y escribe casi todos sus montajes. Ha sido comparado con Peter Brook quien juega con un escenario vacío y articula el espacio de manera prodigiosa. En este caso ha sido Josep Mestres quien ha utilizado el espacio de manera sorprendente demostrando una vez más su indiscutible talento. Según Mestres, tenía ganas de representar esta obra y lo ha hecho cuando ha encontrado el momento y los mejores actores/actrices para representar a estos extravagantes personajes.
Edipo (Eddy) vive en un barrio de la Gran Bretaña sórdida y empobrecida y utiliza el lenguaje más grosero para describir todos los sentimientos (negativos) que su situación le despiertan hasta que encuentra el amor y el mito se cumple. Eddy es Pablo Derqui con su indescriptible capacidad recitativa e interpretativa.
Pep Cruz y Mercè Arànega son los padres de Eddy, los dos soberbios en todos los papeles. El monólogo de Aránega haciendo de Esfinge es memorable. La guinda la pone Sílvia Bel que completa el sólido cuarteto. Dado que cada actor/actriz representa a más de un personaje, el trabajo de regidoría detrás del escenario debe ser impresionante. El mismo Pep Cruz, en una entrevista comenta que le recuerda “Per davant i per Darrera”. Es una obra de una gran dificultad por la velocidad del texto y el cambio trepidante de escenas y de personajes. Es un reto que tanto Mestres como los 4 actores/actrices como la escenógrafa Clara Notari, resuelven de una manera muy eficaz.
Las piezas de música son muy acertadas aunque yo personalmente agradecería que me las identificaran de alguna manera como en los créditos del cine. Mención especial le debemos a la iluminación de Ignasi Camprodon que proporciona en cada momento el grado de patetismo o esperanza que requiere el texto y cada escena.
Berkoff ha sabido dar luz a la persona atrapada en sus debilidades y miserias demostrando que es capaz de grandes sentimientos como la compasión o el amor sin condiciones. Y así nace un Edipo diferente lleno de esperanza.