Tengo que reconocer que nunca fui muy fan de la serie Vinagre, que Clara Segura i Bruno Oro realizaron en 2008. Aquel programa de sketches humorísticos tuvo solo una temporada de 14 episodios, pero despertó muchas simpatías entre una parte del público y demostró -esto, sí- que entre los dos actores había una sintonía a prueba de bombas. Es quizás por estas ganas de trabajar juntos en un proyecto similar que ahora hace un año surgió esta Cobertura, un show escrito por Bruno Oro y Alejo Levis en el que los actores se desdoblan en una infinidad de personajes… a cual más esperpéntico y peculiar.
No negaré que entre Oro y Segura sigue habiendo conexión, y lo que coloquialmente podríamos clasificar como «buen rollo». Es una cosa que se percibe, que no se puede esconder y que garantiza un porcentaje de éxito muy elevado. Por lo tanto, ¿qué es lo que a mí me falla? ¿Por qué prácticamente no he conectado con el espectáculo? Podríamos decir que el estilo de humor que proponen no es quizás el que más gracia me hace, pero no sería justo pensar solo en un criterio personal puesto que esto del humor es muy subjetivo. Yo creo que está más relacionado con la dramaturgia, que empieza siguiendo un patrón pero que se adentra por caminos que no siempre tienen una salida clara. Todo el tema del marcapasos, que aparece como una seta y que acaba teniendo una gran importancia, es un pequeño disparate que distrae y no lleva a ninguna parte. Yo me hubiera quedado en una historia más sencilla, como la que planteaba las desavenencias entre un matrimonio de artistas con carreras muy diferentes… Este conflicto dramático daba más de si, y quizás no había que distraerlo ni con tantos personajes ni con situaciones totalmente prescindibles, como por ejemplo la de la divertida clase de zumba.
Aun así, hay que reconocer el mérito de los dos actores, puesto que una obra con tantos cambios de personaje comporta un complejo trabajo detrás del escenario que poco nos podemos imaginar. Además, se interactúa constantemente con el video, otro de los grandes protagonistas y otra dificultad añadida a la hora de ejecutar eficazmente todos los gags propuestos.