A priori parecía que un musical en el que estaban metidos Marc Sambola, David Pintó y Marc Vilavella acabaría siendo un éxito. Si encima se recopilaban canciones muy conocidas de otros musicales, el collage no podía fallar. Pero, mira por dónde, el invento no ha funcionado… Parece que la primera intención no era hacer un recital de canciones inconexas -cosa que quizás habría funcionado mejor- sino un musical donde las letras de distintos temas acabaran dando un hilo argumental a todo el conjunto, al estilo de Marry me a little. Lo que ocurre es que de Sondheim sólo hay uno, y finalmente la historieta de los cinco amigos que quieren triunfar en el mundo del espectáculo acaba resultando un poco pobre.
El otro gran escollo del espectáculo es que se ha dado todo el protagonismo a cinco actores y cantantes muy jóvenes. Con mucho entusiasmo, esto es evidente, pero con una inexperiencia que resulta palpable en temas de más exigencia vocal, como por ejemplo Defying gravity (Wicked). Se nota que hay potencial, pero también se nota que algunos de ellos todavía están formándose como cantantes y que todavía les quedan años y tablas para encontrar el carisma que requiere un género como éste. Pienso que el formato les ha perjudicado más que beneficiado, pero no tengo ningún tipo de duda en que nos los seguiremos encontrando a menudo por los escenarios de Barcelona.