El ciclo DespertaLab acostumbra a presentar montajes diferentes y arriesgados, y este es sin duda el caso de No hi ha bosc a Sarajevo.
Con una narración fragmentada, un buen puñado de personajes y una original mezcla de lenguajes, este es uno de aquellos montajes que entran por la piel, que provocan emociones intensas al público y generan imágenes de gran belleza. Con el trasfondo de la guerra de Bosnia, No hay bosque en Sarajevo trata el tema de la violencia de una manera desgarradora y muy interesante.
Con un reparto donde destacan Núria Rocamora, Guillem Motos y Albert Bassas, No hay bosque en Sarajevo es un espectáculo que vale la pena descubrir.