Si has escogido ir a ver a Bruno Oro, ya sabes en qué jardín estás entrando. Es un artista absolutamente singular, con un sello interpretativo y humorístico propio en el que el actor y cantante de buena planta y voz reposada convive con una histriónica batería de personajes que ha popularizado en una dilatada carrera en los escenarios, la radio y la televisión. De las imitaciones de reconocidos Angel Acebes o Matías Prats del Minoría Absoluta (RAC1) o Polonia (TV3), hasta los personajes de cosecha propia, nacidos en la cuna de sus primeros espectáculos teatrales con Clara Segura, y que saltaron al estrellato con Vinagre (TV3) y los vídeos en Instagram. Suyos son los icónicos pijo Jacobo, la cajera Jenni, el monitor de gimnasio Yeral, el vigilante Larry, el actor Marçal Xuriguera, o el actor porno Johnny Trabuco. Yo debo reconocer que soy fan del Universo Oro, así que PEC todo lo que haga, que le reiré sin contemplaciones.
Ai Ai Ai, el nuevo monólogo que Oro ha creado con su partner in crime de confianza, Alejo Levis, parte de la premisa de que la Inteligencia Artificial nos acabará suplantando la identidad a todas, ofreciendo una versión que perfecciona el nuestro «yo humano». En un espectáculo hecho a medida de La9 del Bosque, donde la imponente pantalla de cine es prácticamente la única escenografía, verás cómo las interferencias de un sistema de IA (todavía en desarrollo) hacen aparecer todos los alter ego del actor en pequeños e hilarantes cortocircuitos. Los sketchos interrumpen un monólogo de stand up costumbrista para comentar la jugada, generar momentos absolutamente delirantes o para introducir canciones improvisadas con Chat GPT. El ADN humorístico de los personajes de Bruno es en gran medida excesivo, con chistes de brocha gorda, juegos de palabras cogidos con muchas pinzas y remates que surfean el límite del cuñadismo de bar y carajillo. ¿Sorprende? Al contrario. Es exactamente lo que se espera, y lo ejecuta a la perfección con un carisma que te hace reír con los bloques más ingeniosos y con los chistes más sobados. Ai Ai Ai! te hace salir de la sala meado de risa y reconciliado con las nuevas tecnologías. Si la inteligencia artificial ha de ser tan divertida, bienvenida sea a nuestras vidas.