Cuando menos es más. Cuando la austeridad despliega toda su riqueza. Cuando se habla del perdón sin siquiera mencionarlo. Cuando se muestra la penuria más femenina de una guerra. Cuando se da crédito a las mazmorras del subconsciente sin filtros esotéricos o paranormales. Cuando se aconseja sin aleccionar, con ética y sin moral. Cuando se emociona sin recurrir al fatalismo ni a la falsa intensidad. Cuando una piedra, sin saberlo, forma parte de una catedral. Cuando se evidencia que todos hacemos cuánto podemos. Cuando no hace falta relleno y pomposidad escénica para dar muletas a una obra de pódium. Cuando las escenas se deslizan en lugar de sucederse. Cuando una sola actriz demuestra ser un gigante poliédrico. Cuando el final no llega lo redondo que podría llegar a ser…pero poco importa. Cuando Blanca desvelada computa su interior hasta llegar a ser Blanca Desvelada.
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