Experimentación forzada

Bailong

Bailong
19/06/2015

Un bar de toda la vida reconvertido ahora en un bar de «chinos», cuatro amigos que hablan sin cesar de temas aparentemente intrascendentes, un póster, un parque nacional chino, una película y una especie de fantasma que lleva impermeable azul y que sólo habla en inglés. Estas son las premisas de Bailong, el primero de los espectáculos que se presenta dentro del ciclo DespertaLAB, organizado por Sala Atrium y Nau Ivanow. El objetivo es apoyar a la creación teatral más activa y emergente, sobre todo a la de creadores que buscan nuevas formas escénicas y dramatúrgicas. Bien es verdad que Bailong tiene una parte experimental que convive con formas teatrales más ortodoxas, incluso enmarcadas en un decorado corpóreo y muy realista, pero el resultado es frío, confuso y forzadamente estrambótico. Creo que la experimentación y la investigación de nuevas fórmulas creativas son absolutamente necesarias, y en este sentido aplaudo la iniciativa del ciclo, a pesar de que también hay que reconocer que los resultados muchas veces no son los esperados. Sea como fuere, todavía quedan dos oportunidades más con La pista y Les estrabades d’una pinta trencada, hasta mitad de julio en Atrium.

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