A pesar de ser una obra que, todavía, está muy presente en nuestro imaginario, gracias a las diferentes versiones que hicieron Josep Maria Flotats y Ricardo Darín hace más de 10 años, Art continúa siendo un plato delicioso que apetece muchísimo. Y es que el texto de Yasmina Reza, una historia sobre la amistad masculina y el temperamento de los hombres disfrazada de sátira contra el arte moderno, continúa tan fresco, inteligente, divertido, ingenioso, vigente y sorprendente como el primer día. En esta nueva adaptación, tres maestros de la comedia (Orella, Villanueva y Arquillué) aprovechan la ocasión para brillar encima del escenario con una lucha dialéctica donde los silencios son tan sugerentes como las palabras. La dirección de Miquel Gorriz también resulta bastante cuidada a pesar de que, en algunos momentos, parece que quiera subrayar la comicidad de ciertas frases que, en realidad, funcionan por ellas mismas de manera natural. De igual manera, se han añadido algunos efectos y trucos escenográficos prescindibles, probablemente, empujados por la necesidad de diferenciarse de las anteriores puestas en escena. En cualquier caso, la propuesta tiene mucha fuerza y efectividad, con su gracia innata y su lado amargo. Se vuelve, así, a demostrar que este fenómeno teatral es un artefacto casi infalible, tan placentero y disfrutable para el público como para sus geniales intérpretes.
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