No siempre se reconoce el teatro infantil cuando es como todo, hay bueno y malo. De entrada, tiene el mérito que acostumbra a conectar con su público y, cuando es muy bueno, también con el no tan pequeño. Esto conlleva tocar muchas teclas, registros e ir acompañado de interpretaciones diría que más complejas de lo que parece. Es el caso de esta adaptación de Marta Buchaca (Només una vegada) tan moderna como respetuosa del clásico (que me pirra sobremanera) donde Alicia persigue un conejo que le ha robado su bien más preciado: el móvil.
En la persecución Alicia encuentra personajes del libro como el «sombrerero loco» y otros nuevos, como una rebelde Siri y un superhéroe entrañable e inseguro. Y menudo reparto: yo la vi con una espléndida Júlia Bonjoch (El petit príncep), Marc Pujol (Flor de Nit), Jordi Llordella (Júlia) y una divertidísima Queralt Albinyana (Dei Furbi), que alternan con Xuel Díaz, Joan Codina, Albert Mora y Cristina Murillo.
Puesta en escena ágil, apoyada no sólo en las buenas interpretaciones y voces de todos, sino también en proyecciones de vídeo que permiten a los personajes «entrar y salir» de los diferentes universos.
Hay humor para todos, reflexiones (¿realmente queremos seguir hablando con otras personas sin apartar los ojos de una pantalla?), valores, ingenio, música y la esencia de Alicia, alucinante y onírica, en esta ocasión al servicio de una visión del móvil como herramienta más que como moderno espejo negro que todo lo absorbe.