Daniel J. Meyer ha escrito y dirigido todas las obras de Descartable Teatre y ha sido ayudante de dirección de obres como Molt soroll per a no res y El Petit Príncep, dirigidas por Àngel Llàcer.
Después del gran éxito de A.K.A. Meyer recupera un monólogo que lleva a la escena. Según dice el mismo en una entrevista: “En una noche escribí esta historia, entonces en formato monólogo”. Inicialmente llevaba por título una frase de la protagonista: “Yo antes salía más”. Con esta forma monologada, él cree que “elimina el artificio teatral y evita el distanciamiento con el público con el que puede hablar de tú a tú”.
En Abans Meyer añade otro protagonista, el hermano (Marc), que redondea la historia. Actúan por separado y en dos ambientes diferentes lo cual da más sensación de distancia. Los dos hermanos se enfrentan a la pérdida, al dolor y al duelo de maneras diferentes. Pero los dos huyen de su pasado y huyen también uno del otro y se pierden al mismo tiempo que pierden lo único que los puede salvar: su infancia unida.
En esta obra, de una austeridad monacal, la familia se desestructura por circunstancias que podrían ser frecuentes y a las que parece fácil poder llegar. El director mantiene los nombres reales de los dos protagonistas, Laia Pallejà y Marc Pociello. A Marc lo recordamos con cariño en “Què el musical” y “Geronimo Stilton”. Ambos protagonistas destacan por unas interpretaciones magníficas.
El recuerdo de la infancia aparece en diferentes momentos de la obra en forma de una muy acertada elección de la canción Träumerei del álbum “Escenas de niños” de Robert Schumann, en esta ocasión versionada a violín e interpretada por la misma Laia Pallejà. Son momentos muy conmovedores que permiten comprobar como las canciones y la música pueden remover el pasado. Los dos hermanos se reencuentran y, para huir del happy end, Meyer ha escrito el único final posible. Aunque un poco brusco no resulta decepcionante.