Alfredo Sanzol ha sido galardonado en tres ocasiones con el “Premio Max de las Artes Escénicas”, por el “Millor Autor Teatral en Català o Valencià” y también por el “Mejor Autor Teatral en Castellano”. La ternura ha obtenido el Premio Nacional de Literatura Dramática 2017 y el XII Premio Valle-Inclán de Teatro.
Ha sido traducida al catalán por Joan Lluis Bozzo. T de Teatre y Dagoll Dagom han coproducido la versión catalana de la aclamadísima comedia de Alfredo Sanzol.
El éxito de Sanzol, los premios concedidos y los productores son un reclamo para ir a ver esta obra.
Es una comedia de enredo basada únicamente en el travestismo y la confusión que crea el disfraz. Un poco estilo “Così fan tutte pero con cambio de sexo y unas feromonas que ponen en peligro la estabilidad emocional y el orden establecido.
Marta Perez, la madre que protege a sus hijas de la maldad de los hombres y ellas, Elisabet Casanovas y Laura Aubert,son las tres mujeres de la obra. Jordi Rico es el padre de los leñadores que ha obligado a sus hijos, Xavier Beltran y Ferran Vilajosasana a vivir en una isla desierta huyendo de las mujeres. La comedia está servida.
La interpretación de los seis personages es soberbia y lo mejor de la obra.
Sorprende este texto en una sociedad que está haciendo esfuerzos para salir de las reglas de juego impuestas durante siglos de opresión política y religiosa, que lucha para romper los moldes establecidos que ahogan y anulan las diferencias. Es el típico texto “chico-chica” que se asusta cuando puede haber un equívoco que pone en peligro la relación clásica. El desenlace presenta una solución alegre al conflicto con la cual todos los problemas se solucionan y todos quedan felices (y comen perdices). Algunos autores consideran que la comedia es moralista. En este caso, la defensa de la moral imperante no da pie a introducir cualquier otra corriente de pensamiento.
Hay programación dedicada a estudiantes de todas las edades. El acercamiento al teatro de la gente joven debe ir acompañado de una reflexión y una crítica al modelo de relación que plantea la obra.
Las entradas agotadas y la risa estentórea del público que ocultaba a veces el texto, me hacen pronosticar un éxito clamoroso.