El hecho de que un taller de final de curso de una escuela de interpretación, en este caso el Estudi Laura Jou, se estrene en un teatro ya dice mucho de la alta calidad que ofrece este centro. Nacido de una creación colectiva de los alumnos junto con el director Iván Morales a partir del texto de William Shakespeare, el espectáculo en cuestión es un ejercicio de libertad teatral, fresco, enérgico y muy entusiasta. Morales demuestra que sabe aprovechar aquello que le ofrece un grupo de jóvenes actores y actrices con ideas ingeniosas y soluciones escénicas originales que, en algún momento, se vuelven incluso extravagantes. Sin embargo, para ser justos, si lo juzgamos como espectáculo profesional, hay que reconocer que arrastra algunos de los inevitables tics de un taller de escuela. La narrativa coral, las escenas con acciones individuales simultáneas, la mezcla de idiomas y acentos o algunos diálogos con un claro carácter nacido de la improvisación son elementos muy útiles para el aprendizaje de estos jóvenes pero no necesariamente la mejor elección para el bien del montaje. En cualquier caso, la propuesta no intenta engañar a nadie y consigue construir un buen montón de conflictos y situaciones muy divertidas e impregnadas de una energía y autenticidad muy genuinas.
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