Concierto teatralizado a cargo de Virgínia Martínez dirigido por Xavi Casan. Al principio, me pasó como con aquel «Balla amb mi«, me costó entrar por la falta de contexto explícito, que no dramaturgia, que las letras e interpretaciones tienen mucho peso. Por ejemplo, la canción que da título al espectáculo la entendí (lo admito) en el coloquio posterior. Si hubiera conocido antes su historia, ligada a los linchamientos, creo que la hubiera disfrutado más, como otras piezas. Es decir, no quedarme sólo con las muy buenas interpretaciones sino que hubiese agradecido algo de historia de las canciones y épocas para entender y captar mejor el porqué y cuándo fueron escritas y cantadas. Yo que soy muy, muy simple diría algo más de «teatro» en el sentido más tradicional
Virginia navega por las voces de grandes nombres de la música negra femenina (Billie Holiday, Nina Simone, Aretha Franklin …). Hay blues, gospel, soul, musicales … Reivindicaciones en fin (gran adaptación del «Mississippi Goddam«), gritos de dolor por la falta de libertades civiles y dramas cotidianos, relaciones de abuso, pero también espacio para el amor, todo a través de las letras de las canciones con las que vamos captando el largo camino que cantaron estas portavoces de una reivindicación constante y a veces íntima.
Como en toda selección de canciones, algunas te gustan más que otras pero la calidad musical e interpretativa de ella y Dani Campos al piano es alta en todas. Y, dime raro, me encantó la iluminación, excelente, que sin escenografía y con algún cambio de vestuario, nos ha transportado a una cabaña en el campo y a un club de jazz, a un dormitorio y a un gran auditorio .
Lo mejor: por novedad, que nos den el setlist de todas las canciones que han sonado, con el autor y musical (cuando toca) donde aparecía. Regalo para que siempre queremos tirar del hilo de lo que hemos disfrutado, como es el caso.