Le Congrès ne marche pas llega al Poliorama después de haber agotado localidades en el Teatre Lliure la temporada anterior.
La Calórica, como siempre, con un montaje teatral impecable, moderno, original y arriesgado de Joan Yago nos presenta un episodio complicado de la historia de Europa.
Lo que se había iniciado como un proceso de cambio con la revolución francesa en 1792 bajo los principios de la Ilustración, acababa con un reparto de territorios, fronteras y lucha por el poder. Las monarquías absolutistas vieron peligrar su hegemonía con el avance de las tropas de Napoleón y tras la derrota, se reparten los territorios como en un mercado. Fue la primera cumbre internacional de la historia. Era la mayor concentración de monarcas y diplomáticos conocida en Europa en el siglo XIX.
La Calórica pone sobre el escenario a los asistentes que determinaron el rumbo de la reunión: lord Castlereagh, el representante británico, (espléndido Marc Rius); Klemens von Metternich, canciller austríaco y anfitrión de la reunión representado brillantemente por Júlia Truyol ; el francés Charles-Maurice de Talleyrand ministro de asuntos exteriores de Francia. Es Carles Roig con el difícil papel de pasar algo desapercibido puesto que era el perdedor de la revolución que Francia había iniciado; el zar Alejandro I, cuyo ejército había sido decisivo para la derrota de Napoleón interpretado por Aitor Galisteo-Rocher y ridiculizado hasta el extremo.
Lo que no se escribe en la historia es el desenfreno (bailes vieneses, alcohol y sexo) que hubo durante aquellos 9 meses que tardaron en ponerse de acuerdo. Y aquí es donde La Calòrica se suelta y dice todo lo que no se escribe y hace símiles con las cumbres actuales.
Bajo la impecable dirección de Israel Solà, los intérpretes utilizan la lengua propia (francés, inglés, castellano, catalán, alemán, ruso). Con una muy trabajada asesoría lingüística y con la ayuda de sobre titulación, el público puede seguir perfectamente el texto. No es de extrañar que la lengua dominante de la reunión fuera el francés puesto que las clases dominantes europeas hablaban en francés. Una voz en off acaba de ayudar a comprender la delicada y complicada situación.
No es una obra cómica como nos tenía acostumbrados La Calórica sino que es reflexiva y crítica de ese momento valorando las consecuencias que se derivaron, el posterior análisis filosófico y económico de Adam Smith hasta llegar a Margaret Thatcher, defendiendo en un discurso brillante el liberalismo económico. Interpretada espléndidamente por Roser Batalla, este monólogo le valió el Premi Teatre Barcelona a la mejor interpretación de reparto.
Obra muy didáctica que explica irónicamente la evolución política y económica de Europa de los dos últimos siglos.
Teatro sarcástico de divulgación política
Le congrès ne marche pas
A partir de 13,50€
Entradas agotadas
14/01/2025 - Teatre Poliorama