Divertido pulso entre tradiciones y verdades

Lapònia

A partir de 20,25€
Comprar Entradas
Lapònia → Teatre Condal
06/04/2025 - Teatre Condal

La voluntad de ser quien toma las mejores decisiones, la necesidad de demostrar a los demás que el pensamiento y las maneras de ver las cosas de una persona están por encima del resto es un defecto que todos los humanos tienen. Todos aquellos que viven en sociedad si más no. Y es que hay un sentimiento, ancestral seguramente, que alienta a hacer ver al resto que están equivocadas o equivocados.

La Mònica y su familia visitan a su hermana Núria y familia en Laponia, donde viven desde hace años. Es la primera vez que viajan de Barcelona a la ciudad finlandesa y han aprovechado que son las fiestas de Navidad para hacerlo y así su hijo podrá conocer al auténtico Papa Noel. Lo que no saben es que la familia de Núria no celebra las fiestas de la misma manera y que su hija en ningún momento ha creído en la magia. La visita se convertirá en un intento de imposición de unos a otros sobre la manera de educar a los hijos y también de vivir, sobre las tradiciones, los valores y las mentiras.

El texto que firman Cristina Clemente y Marc Angelet es divertidísimo, con mucho ritmo, ágil y con una necesidad imperiosa de unos intérpretes audaces y acostumbrados a un lenguaje rápido que contiene mucha sustancia. Nelson Valente dirige de una manera muy inteligente los espacios y los tempos de las conversaciones entre los diferentes personajes. El movimiento de cada intérprete está milimetrado para que confluya de manera perfecta con el relato y la puesta en escena es funcional y adecuada para toda la intensidad que va aumentando en el salón de casa de los finlandeses.

Míriam Iscla, David Bagés, Anna Sahun y Albert Prat son maravillosos, espléndidos, encajan a la perfección con sus personajes y la química entre los cuatros es crucial para que los diálogos y la trama funcionen perfectamente. El inicio amable y correcto va transformándose en una olla a presión donde acaban saliendo reproches y verdades que crean un ambiente intenso y tenso entre los cuatro. Esta energía creciente la aguantan las actrices y los actores con una integridad fascinante y obviando, de qué manera, los estallidos de risas que se viven en el patio de butacas.

Sin entrar mucho en aquello que se va descubriendo durante la narración, lo único que saca un poco la atención a este magnífico relato es, quizás, que llega a un punto en que algún personaje es más presionado que los otros y la espectadora no está muy de acuerdo -igual que el hecho que se hable siempre de Papa Noel y no del tió, aunque se entiende en el marco de Laponia-. Son pequeños detalles que no acaban de redondear una producción estupenda que hace las delicias de todo el público y deja una sensación alegre y divertida con la que afrontar la próxima conversación con familiares que se tenga.

← Volver a Lapònia

¡Enlace copiado!