Una vez más, el programa de mano me ha despistado. Se habla allí del desierto como concepto, como espacio inmenso de retiro y de reflexión, como “una palabra fundamental en muchos textos religiosos y filosóficos”. Y se dice, incluso, que el desierto simboliza un lugar sin vida pero que a la vez tenemos que llegar a él para distinguir las señales que la vida no nos deja ver. Cuando empieza el espectáculo, sin embargo, nos encontramos con un espacio cerrado y claustrofóbico. Un espacio que bien nos podría recordar al de películas como Cube, El hoyo o la taiwanesa The hole, que ya pronosticaba una pandemia de grandes proporciones allá por el 1998. De hecho, el montaje quiere tratar del inconsciente y supongo que a partir de aquí es donde podemos empezar a entrever alguno de los mensajes que Atresbandes (la compañía residente del Lliure esta temporada) quiere acercar a los espectadores.
Lo que queda más o menos claro es que los cuatro personajes buscan su lugar en el mundo o su razón de estar, cada cual desde su propia perspectiva. En el cubículo en el que todos coinciden hay elementos externos que les influyen y con los que están conectados. Cada uno de ellos elegirá su camino, expresado siempre con una especie de danza que se traduce en cuatro solos bastante interesantes. Al final, sin embargo, nada les convencerá… Tendrán que seguir buscando -siempre buscando- ya por separado.
¿Y como muestra la compañía todas estas complejas cuestiones? Pues bien es verdad que lo prueba de muchas diversas maneras. Para empezar, prescinde de la palabra en escena, a pesar de que sí la encontraremos en off cuando se explica el cuento del remo. También hay una gran apuesta por el sonido, con un diseño increíble de Sammy Metcalfe y Miquel Segovia junto con todas las aportaciones del grupo. Y ya por último, tenemos los golpes de efecto, que van desde todo el juego con los micros hasta la acción de reventar el escenario (literal). Y con todo esto obtenemos un resultado heterogéneo, complejo, quizás demasiado cerrado en sí mismo, pero sin duda bastante interesante.